Cuando jovencito me compré algunos discos, mientras ahorraba para un tocadiscos. Tengo exactamente 7. En ese Ãnterim, sale el CD y al carajo el vinilo. En mi simplicidad todo eran ventajas. Sonama más fuerte, más limpio sin ruido, no se rayaban, se guardaban en menos espacio...
Pues bien, hace un par de semanas, un compañero de otro foro tiene la amabilidad de enviarme un buen plato, y otro, un previo. He estado unos diez dias y siento decir que no me he podido acostumbrar. Acostumbrarme a los chasquidos, a los ajustes (nombres impronunciables) a tener que escuchar el disco entero o levantarme para cambiar la canción, al sonido tan particular que podrÃa definir como más delgado que el del CD.
Agradeciendo de corazón el detalle a mis dos amigos, les he devuelto sus cacharros y creo que nunca mais.
Estoy comodón y creo que no le he dado la oportunidad que sin duda merece el vinilo.
Manuel