Llevaré unas diez horas con los nuevos Audeze MM-500. Como era de esperar, nada que ver con la afinación tÃpica de la casa. Ciertamente, están pensados para mezclas y por eso mismo destacan en neutralidad y transparencia. Las imágenes son excelentes. No los recomendarÃa, obviamente, para amantes del bajo (de hecho, tengo entendido que para mezclar, no es bueno acentuar las bajas frecuencias). Incluso los LCD-X poseen más "calidez". Sin embargo, el bajo está ahÃ. En su justa —o justÃsima— medida. Tampoco podÃa ser de otro modo. Los agudos, por su parte, no son estridentes, ni de lejos (quizá un pico alrededor de los 3-4K, pero no me hagáis mucho caso). DirÃa que su punto fuerte son los medios o medios-agudos. El soundstage tampoco es para tirar cohetes, aun cuando hay el suficiente aire entre instrumentos. O más que suficiente. La tÃmbrica, al igual que la dinámica, es también notable, a pesar de la "austeridad" de los medios-bajos.
Ahora bien y a pesar de lo dicho, admiten un uso "audiofilo". En un principio, preferÃa los LCD-3, incluso los LCD-X, a los MM-500. Pero tras horas de escucha atenta —conectado a un Ferrum Oor+Hypsos y un Ayre Qb9—, me atreverÃa a decir que los MM-500 son... ¿especiales? Una vez te acostumbras a su firma, estos Audeze son, sencillamente, muy buenos. De hecho, me recuerdan más a los LCD-5, tras escucharlos durante una hora o asÃ, que a los LCD-X. La caracterÃstica que más me seduce —y con diferencia— es la microdinámica. Escucho, principalmente, música clásica y las pequeñas inflexiones en la pulsación de las teclas del piano, los ataques delicados de las cuerdas, las mÃnimas variaciones en los impulsos de la voz... se traducen con una precisión inusual. Ni los HD800s están a este nivel. Es un efecto muy sutil, pero innegable. De ahà su atractivo: contra las impresiones iniciales, dirÃa que son enormemente "musicales", aunque no en el sentido habitual de la palabra. Sencillamente, sientes al músico vibrar con la música que interpreta. Por cierto, también funcionan muy bien con un Feliks Euforia —OTL—, a pesar de su baja impedancia. Por si os sirve...