Esta tarde he podido escuchar en
supersonido BCN durante casi unas tres horas los nuevos ARYA ORGANIC, conectados a un ACRO100, aprovechando la buena predisposición,
as usual, de Ernesto,
the boss. ¿La impresión? MUY BIEN. Y más por el precio. ¿Mejoran los ARYA SE? En cierto sentido, sÃ. De entrada, dirÃa que los ORGANIC son, pues eso, más
orgánicos, sin caer, ni de lejos, en lo empalagoso. Esto es, no estamos en territorio EMPYREAN (aunque tampoco dirÃa que los EMPY sean, precisamente,
empalagosos; pero entiendo que veces, y dependiendo de la amplificación, los cables... y las
almohadillas, puedan dar esta impresión). Las notas en los ORGANIC tienen, sin duda, más peso que las que entregan los ARYA SE, aun cuando el sonido sigue siendo el de la casa:
tirando hacia arriba... aunque esta vez el brillo habitual esté compensado por unos bajos con más cuerpo y pegada... la cual sorprende —y bastante. De hecho, aun cuando los transitorios de los ORGANIC no sean
ultrarrápidos, tampoco es que sean lentos: el golpe y la viveza están ahÃ. Curiosamente, siendo en principio "orgánicos". DirÃa que con los ORGANIC,
los de HIFIMAN han conseguido un equilibrio, muy difÃcil de lograr, entre cuerpo y aire. De hecho, es de las pocas veces que, con los auriculares HIFIMAN, no he tenido la sensación de que los agudos tienen un
no sé qué de artificial. AquÃ, aplaudo.
Con todo, no he podido evitar la impresión de que seguÃa habiendo el tÃpico
salto entre los medios y los agudos —no sabrÃa como expresarlo mejor—... al menos con las piezas que he escuchado —una selección de clásica y jazz. Como si hubiera un
hueco entre las frecuencias graves o medio graves y las frecuencias superiores. Aunque dirÃa que es gracias a este
hueco que los ORGANIC proporcionan un más que notable
soundstage. En este aspecto, los ARYA SE son
un poco más lineales, a costa, sin embargo, de ofrecer un sonido más
delgado. En cualquier caso, los ORGANIC convencen —y mucho. Pues tampoco es que el
hueco se traduzca en una curva en V, sin apenas medios. Como decÃa, los ORGANIC proporcionan un escenario de primer nivel, a pesar de que no alcancen la relativa profundidad de los ARYA SE. No es que sean unos campeones del timbre —tampoco lo son los ARYA SE. Pero si no eres un
pijoteras de la reproducción tÃmbrica —como un servidor— dan bastante el pego. De hecho, si tus preferencias se decantan por la música menos
quisquillosa en lo relativo al timbre, ni lo notarás.
Ahora bien,
lo que más me ha llamado la atención es la
serenidad con la que reproducen la música. Y ello a pesar de su pegada o contundencia. Voy a decir una
burrada, pero en este aspecto me han recordado a los SUSVARA. Comparativamente, los ARYA SE suenan como si tuvieran prisa.
Por mil y pico, me atreverÃa a decir que los de HIFIMAN han dado un golpe en la mesa.
No obstante... me ha dado por compararlos con los HE1000se —no los nuevos, que ya no sé ni como llamarlos, sino los
anteriores. En particular, su última
iteración. Pues, según me cuentan, a los de HIFIMAN también les da por sacar
silenciosamente diferentes actualizaciones de un mismo modelo. Vaya, como los de AUDEZE. Quizá sea por eso que no he tenido la impresión de que
chillasen, como esperaba tras haber leÃdo algunas de las primeras revisiones. Al contrario, aun cuando tampoco es que sean
suaves. Ya se sabe que los HEK SE son unos campeones de la resolución y la velocidad. El sonido sigue siendo HIFIMAN, por supuesto. Pero mejor. Pues bien, los HEK SE juegan en una liga
claramente superior. Escuchando la grabación en vivo de Petrucciani y NHOP,
estás ahà (
https://open.qobuz.com/album/qvnl1udopcv7a). Ya sé que esto se dice de muchos auriculares TOP. Pero un servidor, que posee unos cuantos, de momento solo se atreve a decirlo
sin pestañear de los HEK SE. AsÃ, por ejemplo, puedes escuchar como NHOP va siguiendo el ritmo con
un golpe de zapatos, lo cual, ciertamente, ayuda a
estar ahÃ.
Mucho aire, mucha velocidad, excelente dinámica y buena tÃmbrica. Lo dicho: estás
en la sala. No es esta la sensación que te producen los ORGANIC. De hecho, estos no dejan mucho espacio entre los músicos y el oyente. Todo es más en la cara, por decirlo asÃ. También el precio es, sin embargo, otro. Sea como sea, de los HKSE escribiré con más detalle en otro
post, una vez los tenga más
escuchados. Por cierto, es la primera vez que tengo la impresión de que los cables no son del
chino de al lado.
¿Resultado? En estos momentos, estoy con los HEK SE, conectados al ACRO, mientras me tomo un
wiskhey en la terraza: la sinergia es
absoluta. Para jazz —sobre todo, para los
live—, me atreverái a decir que son
imbatibles (y aquà podemos añadir algunas risas... por aquello de que ya comenzamos a estar un poco de vuelta como para emplear según qué epÃtetos
).
Eppur si muove...
un saludo cordial