"Gould no manipuló a nadie. Nunca tocó las versiones que se oyen en sus discos; esas interpretaciones no existen,
son una pura invención, una ficción. Lo que oÃmos siempre es un montaje hecho de tomas empalmadas. Pero ahÃ
no acaba el truco. Gould podÃa hacer dos tomas separadas por tres años de dos pianos diferentes, con distintas
sonoridades, y luego simular con un ecualizador que eran el mismo piano. También podÃa grabar una pieza para
piano usando distintos micrófonos, colocados a diferentes distancias, y luego mezclar con sus amigos ingenieros
las ocho pistas (cuatro por canal) hasta crear distintos efectos sonoros (eco, zoom…), como en la increÃble versión
que hizo de la Sonata nº 5 de Scriabin. El material sonoro de los discos de Gould procedÃa de tantas vÃas y se sometÃa
a tantas transformaciones que trastornaba las reglas del juego de la clásica. Su música no solo no era música en vivo,
sino peor: era música retocada al extremo, editada una y otra vez. Era un montaje, ¿pero dejaba por eso de ser especial?
Al contrario."
Hay que tener en cuenta que esto lo hacÃa a finales de los 70 y principio de los 80.
Todos los músicos muertos están sobrevalorados.
cartrufer