Como el compañero Villegas, considero que la música actual de masas (o dirigida a masas) es puramente un producto industrial como cualquier otro, que no responde a ningún otro criterio que el propio de mercado. Se olvida por completo del arte de la música. Se diseña, se fabrica, se distribuye y se vende como cualquier otro producto industrial que pretenda conquistar una alta tasa del mercado en un plazo relativamente corto, es decir, basado en una importante campaña publicitaria. Superada la viabilidad de la campaña, el producto se desecha y se olvida (caduca) siendo sustituido por el siguiente, al que en pocos meses le pasará lo mismo. Como sino se explica que determinados "artistas" tengan en su haber uno o varios éxitos musicales comerciales y cuando indagas sobre él descubres que ni tan siquiera sabe escribir o leer música, que no toca ningún instrumento con un mÃnimo de destreza o profesionalidad, que en su vida a asistido con provecho a una sola clase de canto. Esos sÃ, ha pasado horas y horas en salas de maquillaje, en gimnasios, en estudios fotográficos, en estudios de grabación e ingenierÃa de sonido, etc.
El arte en la música ha desaparecido cuando esta se "fabrica" para las masas. Los discos que se producen con esta orientación dejan de ser obras de arte para ser productos de una cadena de montaje, como le ordenador que estas utilizando o el teléfono móvil que llevas en el bolsillo, pasado un cierto tiempo alcanzará su fecha de obsolescencia programada previamente en función de los nuevos lanzamientos de productos sustitutorios. En el mundo de la música se distinguen fácilmente dos hitos temporales, verano y Navidad Aunque esto parece que no casa con la frecuencia de publicación de nuevas obras que se entiende generalmente como anual, si que cuadra si el fenómeno lo vemos a escala global o mundial (cuando aquà es verano en el otro hemisferio es invierno). Seguro que el despacito que nos a torturado este verano no llega a Navidad, salvo en el otro hemisferio, y menos aun al verano próximo. Las obra de arte no tienen fecha de caducidad, si acaso tienen fecha de maduración. Son mucha las obras que no se han apreciado como tal hasta bastantes años después de su creación.
Si bien en la actualidad este fenómeno es más acusado, considero que viene repitiéndose desde que la música se dejo de escuchar en directo, o mejor dicho, desde que se hicieron populares los distintos sistemas de reproducción musical incluidos radio y televisión. Desde el momento en el que puedes escuchar música comprando una copia en cualquiera de sus múltiples formatos, la música paso a ser considerada "negocio" y explotada desde un punto de vista cada vez más industrial y menos artÃstico.
He dicho!
Saludos
Luisma