Esta es una reflexión de carácter general, a propósito de comparar, por pura afición, el amplificador del PRO-JECT Pre Box S2 con el SATRI, aunque tampoco os vendrá de nuevo. También hice la comparación con el HEAD BOX S2. Como dije en el tema dedicado a los CALDERA, el combo de PRO-JECT sorprende por lo
resultón que es, sobre todo el DAC. Hasta el punto de que puedo entender que, para muchos, sea suficiente. Y más si tenemos en cuenta el precio. Además dirÃa que en un
post de hace unos meses hice referencia a su sinergia, más que notable, con los LCD-X. Sin embargo...
Creo recordar que Sajid Amit, en un vÃdeo dedicado a contrastar unos cuantos IEMs, sostenÃa que la principal diferencia entre
los
tope de gama y los de nivel medio o medio-alto, dando por sentado que estaban lo suficientemente bien sintonizados, residÃa principalmente, en la sensación de
aire o tridimensionalidad. DirÃa que, más allá del mundo IEM, esta es una afirmación que podemos extender al resto de componentes. No en vano hablamos de
alta fidelidad... dentro de lo posible. Si traigo a colación la afirmación de Sajid Amid es porque el factor
aire me parece
decisivo. Pues dirÃa que es el que, al fin y al cabo, separa unos componentes de otros. Podemos tener resolución, buena tÃmbrica y dinámica, bajos contundentes y precisos... que sin
aire todo el edificio de desmorona. Y en relación con este aspecto, y suponiendo que la grabación esté a la altura, me atreverÃa a decir que la amplificación juega un papel fundamental. Me refiero, en último término, al
fondo negro. Pienso, por ejemplo, en el OOR. O en el MJÖLNIR, el cual en su momento me causó una honda impresión. El SATRI también está
por ahà (aunque no quiero ni imaginar cómo tiene que sonar su versión de escritorio). Evidentemente, un amplificador no transformará unos auriculares
normalillos en unos TOTL. Pero me atreverÃa a decir que cuanto mejores son los auriculares, más exigen del amplificador. Aun cuando sean de los que se
adaptan a
casi cualquier ampli que les eches... como creo que es el caso de los CALDERA.
De ello te das cuenta
perfectamente cuando pasas del combo de PRO-JECT al SATRI. No hay color. Evidentemente, es posible no apreciarlo. Pues el combo de PRO-JECT es más que decente. Pero es lo que pasa en muchos ámbitos: que con el rotulador grueso, todos los trazos son más o menos iguales... cosa que no sucede cuando utilizamos el rotulador de punta fina. Con el PRE BOX s2 todo suena bien... pero al escuchar con el SATRI todo cobra vida. La escena con el PRO-JECT es plana. Las escenas complejas se saturan. Las notas carecen de
completud... En cambio, con el SATRI, a pesar de su velocidad, tienes la impresión de que estas salen de la oscuridad. O casi. Por no hablar del timbre, la dinámica... y los microdetalles, las inflexiones de la voz o la pulsación. Por decirlo en breve: con el PRO-JECT, da la sensación de que los CALDERA no valen su precio.
El problema de haber probado el jabugo es que cuesta volver al
serrano. Aunque hay serranos que, sin duda, están
muy bien. Sea como sea, lo anterior no quita que haya mucho gato por liebre. Como sabemos.
saludos cordiales