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Guía sobre cables

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Hamlet:
Explico cómo me he confeccionado unos cables de plata sólida pura usando los elementos mínimos y a un precio muy razonable. He aprovechado la experiencia de otros DIYers y de algunos fabricantes de cables. He empleado plata sólida de alta pureza (99,999%, cinco nueves), teflón y conectores de cobre bañados en plata.

Aunque algunos modelos de plata pura emplean un conductor de calibre 30 AWG, he elegido uno de 24 AWG por dos motivos: es el calibre aproximado que emplean fabricantes como DNM para sus cables de material sólido (no multifilar), las hipotéticas diferencias de sonido entre ambos calibres son sutiles, es mucho más resistente ante posibles dobleces y torsiones (el calibre 30 AWG de plata es enormemente delicado y el cable podría dejar de funcionar ante cualquier manipulación un poco brusca) y, sobre todo, es el calibre perfecto para conectar con un cable de 1 m una fuente digital a un previo, un integrado o una etapa, debido al voltaje de salida (unos 2,1V, si no me falla la memoria):

http://www.laventure.net/tourist/cables.htm#gauge

He escogido un tubo de teflón de calibre interno 22 AWG. Es importante escoger teflón, porque el cable no irá apantallado y el teflón es el mejor aislante sólido que existe, con propiedades casi idénticas al aire. Aunque lo idea sería emplear un calibre mayor (18, por ejemplo), hay una diferencia de 0.15 mm entre el grosor de la plata y el espacio del tubo. Esto es importante porque la plata debe estar suspendida en el aire durante casi todo su recorrido, para que el aire actúe como dieléctrico natural (las propiedades dieléctricas del aire solo son superadas por el vacío).

Limpio la plata con un producto apropiado y enfundo con cuidado, con la ayuda de guantes estériles (el sudor acelera la oxidación de la plata):



Uso cinta aislante blanca para unir uno de los extremos. La cinta debe ser de calidad (Scott, en este caso) para que el adhesivo no contenga materiales ácidos que puedan degradar el teflón (aunque es muy resistente y no debería ser un problema) y sobre todo para que el adhesivo sea estable. También arqueo uno de los vivos en cada extremo para identificar cada conductor (señal y tierra):



Continuará...

Hamlet:
Según algunos, el trenzado es crítico. Podría optar por un trenzado un poco ajustado (pongamos, por ejemplo, cruzar cada cable cada 2-3 cms). Es el diseño típico de los cables de plata que usan 4, 5 u 8 conductores. A mi entender, son demasiados conductores. Si cada uno de ellos tiene un diámetro de 0,4 o 0,5 mm, estamos usando en total un diámetro de entre 1,5 mm y 4 mm para la señal y lo mismo para la tierra (calibres 15 y 6 AWG, respectivamente). Esos calibres son más propios de un cable de altavoz que de un cable de interconexión. Se suele alegar que este tipo de trenzado de 4, 5 o más conductores es de tipo Litz, pero los cables de Litz son otra cosa: un cable multifilar donde cada filamento (37 AWG cada uno) está aislado de los demás para evitar el efecto piel. Con un conductor sólido 24 AWG, por mucho que multipliquemos los conductores no se solventa este problema. Lo único que hacemos es impresionar a los compañeros y malgastar plata en un diseño más propio de altavoz que de interconexión.

El trenzado de dos cables no ofrece mucho juego, pero en realidad sí que lo ofrece. La clave está en la distancia de cruce entre cable y cable, o sea, en la densidad del trenzado. Algunos recomiendan tres o cuatro trenzados cada 30 cms, suficiente para minimizar la inductancia y no aumentar la capacitancia. El aspecto de un cable así es el de una curvatura constante y suave, como las curvas de una autopista. En este cable, he optado por una distancia menor, de unos 4-5 cms, que es la que emplean algunos fabricantes de cables de micrófono (como Belden) para sus trenzados internos. Tiene la ventaja de que para un cable de medio metro es más estable (unos 10 trenzados en total) y garantiza que el cable no se deshará con el uso. Además, se respetan las medidas justas para reducir la inductancia y no alargar innecesariamente el recorrido. Para medio metro de cable, basta con un conductor de plata de 60 cms, un incremento insignificante.

Creo que en estas fotos se ve bastante bien:





Continuará...

Hamlet:
Última entrega.  :P

Como el cableado es muy fino, los enfundo para darles mayor consistencia y protección:



La funda blanca de nylon transparenta ligeramente el trenzado, que es algo que gusta ver (o entrever).

Para soldar el positivo, la opción más lógica sería usar un poco de lana de roca para que el estaño agarre en la plata, pero prefiero este sistema, el doble arqueo:





Con una varilla fina, presiono el conductor contra las paredes para que encaje a presión y haya el mejor contacto posible. La prueba de fuego de que el cable "agarra" en el pin por presión es sostener el conector en el aire antes de soldar:



Como se puede ver, hay contacto directo entre el vivo y el pin.

Tras la soldadura, el problema es que la boca del conector es demasiado ancha, y con el peso o por culpa de un tirón inoportuno podría desprenderse el hilo de plata. Ya sabemos que nunca hay que tirar del cable, pero a veces pasa.  :Innocent:

Para resolverlo, imaginación. Necesito un material flexible que aprisione el cable sin dañarlo, aprovechando que este conector incluye tornillo para fijar el cable. Corto un trozo de goma de pollo, le engancho cinta aislante blanca y hago un rollo en espiral:



La deslizo junto al termorretráctil (de mayor calibre):



La espiral de goma y el termorretráctil justo a la altura del tornillo:



Atornillo:



Para evitar que el tornillo acabe cediendo con el uso, lo sueldo con una puntita de estaño, más que suficiente:



El cable no solo queda fijado, sino centrado. Caliento los termorretráctiles y ¡voilà!



Podría mejorarse buscando termorretráctiles de contracción 4:1, para que abrazaran el rollo de goma atornillada y, a la vez, el cable blanco, que es mucho más fino.

El multímetro indica que todo está perfecto. Falta probarlo durante unos cuantos días.

Este cable se llama LAERTES. Plata sólida pura 99,999% (5 nueves) de calibre 24 AWG, dos conductores de teflón calibre 22 AWG, trenzados casi en línea recta cada 5-6 cms., con conectores de cobre OFC bañado en plata.

Para un cable de medio metro, el precio en materiales es de unos 25€-30€, más el gasto de envío de materiales.

Un saludo

Hamlet:
Dicen que las soluciones más sencillas son las más elegantes. El fabricante DNM basa sus cables en unos pocos principios bastante lógicos, y consigue fabricar cables baratos y muy elogiados. DNM elige conductores sólidos de cobre en lugar de multifilares, que según sostienen perjudica la claridad de la señal. Para cables de interconexión, emplea conductores de 0,4 mm (26 AWG), los aísla en un dieléctrico de calidad, reduce al mínimo los elementos metálicos y calcula la separación entre los conductores negativo y positivo. Exactamente, 6 mm entre ambos. Según sus cálculos, es la distancia perfecta para controlar la inductancia y la capacitancia (reducida al mínimo) entre los vivos. Al mismo tiempo, la fina película que une (o separa) la señal y la tierra hace que al aire actúe como dieléctrico principal.




http://www.dnm.co.uk/cables.html

En este proyecto, no intento clonar los cables de DNM sino aprovechar su diseño para ofrecer una variante quizá de mayor calidad (por los materiales empleados) por el mismo precio, e incluso algo inferior. La idea consiste en confeccionar un cable de plata sólida pura 99,999%, en dos monoconductores paralelos, separados exactamente 6 mm y donde el aire actúa como dieléctrico natural.

En este caso, empleo cable sólido de plata de un calibre ligeramente inferior (28 AWG), más que suficiente para el voltaje típico de una fuente digital (2,1V) y que está a medio camino entre el calibre ideal que defienden unos (30 AWG) y el que defienden otros (24 AWG), tal como lo aplica DNM. Los tubos de teflón (DNM emplea un material que a priori tiene propiedades dieléctricas inferiores) es del doble de calibre (calibre interno 22 AWG), con lo que el conductor de plata queda casi suspendido en el aire en el interior del tubo.

El problema de este proyecto es lograr una separación constante entre los conductores de 6 mm, y que entre ellos haya básicamente aire. Además, la junta entre los cables no debe contener elementos metálicos, debe ser ligeramente flexible (sin excesos, para evitar que la plata se doble y se rompa por accidente) y debe estar formada básicamente por aire.

De nuevo, la imaginación es la mejor aliada. Este es un trozo de termorretráctil blanco de 9 mm con contracción 2:1:



Sí, lo sé, la regla es un poco indigna, pero es lo que tenía a mano, y los milímetros son universales.   :oops:

Tras la contracción, el termorretráctil no tiene un diámetro de 4,5 sino de 6 mm:



Usar un termorretráctil como separador de los conductores ofrece muchas ventajas: una vez contraído, es muy estable; no contiene elementos metálicos, y en realidad su peso plástico es mínimo; es flexible y duradero; y, sobre todo, está relleno de aire, por lo que funciona como un dieléctrico perfecto.

Voy a confeccionarme un cable de 0.5 m. El problema es que, al calentarse y después enfriarse, el metro de termorretráctil suele quedar así:



Por ello, es importante tensar los tubos al calentarlos y, sobre todo, al enfriarlos, ya que mantendrán la forma que tenían cuando perdieron el calor de contracción. En la imagen, el termorretráctil contraído en línea recta, junto a los tubos de teflón:



El siguiente paso es delicado pero no difícil. Con cinta adhesiva de calidad (yo uso 3M), unimos el primer tubo de teflón al separador:



Hacemos lo mismo con el otro tubo, procurando que quede exactamente a la misma altura en el otro extremo. Si lo hemos hecho bien, comprobamos que la separación sea la correcta, 6 mm:



Repetimos la operación cada 7-8 cms. Los cables deben ir siempre en paralelo, aproximadamente a la misma distancia, pero no podemos pasarnos con la cinta adhesiva porque el cable dejaría de ser flexible. Creo que esta distancia es la ideal:



De vez en cuando, comprobamos que la separación es constante, y en efecto lo es (6 mm):



Conviene arquear el cable y jugar un poco con él para asegurarnos de que los conductores irán siempre en paralelo sin apenas separarse del termorretráctil, aunque lo doblemos. El resultado, de momento, es este:



De momento, nuestro clon en plata sólida pura del diseño DNM va por buen camino.

La plata de calibre 28 AWG:



La plata, casi suspendida en el aire dentro del dieléctrico de teflón:



Continuará...

Hamlet:
Sigue el proyecto de la versión artesanal en plata de los cables DNM.

Los conductores, doblados para diferenciarlos (aunque después puede y debe hacerse con la ayuda del multímetro):



Y este es el esqueleto al completo. Le he dado vueltas a la idea de Kirkan de superponer otro termorretráctil antes de enfundar. Estéticamente es una idea genial, pero he pensado que la gracia de este cable está en que haya los elementos mínimos y en que los conductores estén rodeados de aire en la medida de lo posible. No sé hasta qué punto enfundarlos en dos capas (termorretráctil y funda de nylon) crearía una especie de efecto pantalla, con lo que se perdería la esencia del cable.

Recuerdo haber leído, por cierto, que un tipo probó a instalar en su equipo cables de plata ¡DESNUDOS!, sin entubar. Además, usaba cable sólido de plata de calibre 30 AWG, es decir, finísimo. Por supuesto, él mismo admitía que aquello era delicadísimo e inmanejable. Imaginaos que en algún momento se cruzan la tierra y la señal, o las señales de ambos canales. Eso sí: también dice que jamás ha vuelto a tener un sonido tan abierto, detallado y natural.

En fin, que deshechado la idea de Kirkan por lo que he dicho y porque, "endemás", no tengo termorretráctil de 12,7 mm.  :P



A continuación, los enfundo para proteger el esqueleto y darle un aspecto más vistoso:



He escogido esta funda por dos motivos: por el color, que en seguida recuerda que es un cable de plata, y sobre todo porque la malla es poco densa. Como se puede ver, apenas cubre un 20% de la superficie. De este modo, matamos tres pájaros de un tiro: la terminación estética, la protección de los vivos y el hecho de que los vivos sigan rodeados, básicamente, de aire, sin más dieléctricos o elementos alrededor que propicien cualquier efecto pantalla.



Conectores: lo ideal, en este caso, hubiera sido elegir conectores de plástico con partes metálicas lo más pequeñas posible, para mantenernos fieles a la filosofía del cable (reducción de metales, plata, distancias y aire). Aquí solo conozco dos opciones: conectores de ferretería de a 15 céntimos la unidad (son los que vende DNM), o conectores Eichmann. Lo primeros no suelen tener ni siquiera baño de oro, el dieléctrico es plástico amarillo de escasa calidad y están hechos con níquel y latón. Descartados. Los segundos son perfectos (baño de plata, metales reducidos a su mínima expresión, dieléctrico de teflón), pero salen a 150€ un juego de 4.

Por ello, he elegido este:



Tiene mucho metal y no es de la calidad de los Eichmann, pero tiene dos ventajas: los elementos en contacto están bañados en plata 925, y tanto el cuerpo como la chaqueta son antimagnéticos. Lo segundo lo he comprobado con un simple imán. Lo primero, observando su brillo y haciendo la prueba de la abuela:



La plata, además del brillo típico, suele dejar este rastro en un papel. De este modo, ahorramos los 150€ de los Eichmann, mejoramos los conectores que vende DNM y respetamos la continuidad de materiales entre cable y conector (plata-plata).

Antes de soldar, encajamos las chaquetas de los conectores y comprobamos con multímetro que los hilos estén perfectos después de tanto manosear el cable:



No tengo fotos, pero tras enfundar, he atado los extremos con cinta de teflón y he insertado termorretráctil blanco, que luego he calentado para asegurar la malla de nylon y garantizar que el conector entra bien en el cable (en realidad, parece hecho a medida).

Continuará...

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