Bueno, bueno... Sorprende la
versatilidad de este SATRI (pues, de entrada, no parece que dé tanto de sÃ).
Durante las últimas horas de la tarde me ha dado por
jugar con las salidas de voltaje del SE300... tras leer, aunque en diagonal, una reseña de @GoldenSound sobre el AMP-23R de ENLEUM que, como se sabe, son algo asà como primos hermanos. En ella, el
reviewer mainstream decÃa que el ENLEUM mide mejor con una entrada inferior a los tÃpicos 2V. O al menos, me he quedado con esta idea (pues, como decÃa, lo he leÃdo en diagonal). En cualquier caso,
se non è vero è ben trovato.
Durante estos estos dÃas he estado escuchando con la salida de 2V del SE300. Y aunque la contrasté brevemente con la de 1V, dándome inicialmente una muy buena impresión, terminé decantándome por la de 2V... al dejarme seducir por la sensación de poder. Por lo común —o al menos, esto es lo que me atreverÃa a decir—, cuando disminuyes el voltaje de salida de la fuente, lo que constatas con los amplificadores "de voltaje" es que simplemente disminuye el "volumen"... Esto es, las diferencias en el voltaje de salida no cambia —o no significativamente— el perfil sonoro del amplificador.
Sin embargo, otro gallo canta con el SATRI. Hoy, con más calma, me he entretenido en contrastar las diferentes salidas de voltaje del SE300 (desde la de 0,7V hasta la de 2V en
unbalanced, en total cuatro). Y la conclusión es que la salida de 1V da como resultado un SATRI "humanizado", por asà decirlo. La de 2V, obviamente, no es en absoluto una mala salida. Pero el sonido se te lanza "a la cara"... lo cual no tiene que entenderse necesariamente como un defecto (y en el SATRI no lo es). En cambio, la de 1V lo aleja un poco... volviéndose, aún, más
natural. Mucho más natural. No digo
musical, en el peor sentido de la palabra, sino
natural. El SATRI no pierde un ápice de transparencia, ni de potencia... aun cuando tengas que subir el volumen un paso o dos, de hecho, la ganancia (y esto es lo que sorprende: que apenas tengas que mover el potenciómetro).
AsÃ, no puedes evitar la impresión de que con 2V el SATRI se anima
más de la cuenta, hasta sospechar que, en contraste con la de 1V, añade una punta de distorsión. De hecho, con la de 1V el
fondo negro del SATRI deviene
negrÃsimo. O este es, cuando menos, mi parecer. Las voces y los instrumentos surgen de la nada... cada uno por su cuenta y riesgo sin que se disuelva la coherencia de la escena. En estos momentos, sospecho que si tuviera que elegir un único amplificador, elegirÃa, casi sin dudarlo, el SATRI. Es asà de bueno. Ahora bien, como decÃa en otro
post, aunque probablemente no con estas palabras, no es una chica que
guste de entrada. A pesar de su innegable atractivo. Pues, como escribiera Eliot, difÃcilmente podemos soportar demasiada realidad. Pero, puestos a apostar, prefiero apostar por la realidad (y más si se presenta con
eufónica fluidez... como es el caso).
Durante más o menos unas cuatro horas, he estado escuchando con los HD800s —es sorprendente la sinergia entre estos auriculares y el SATRI, hasta el punto de que, dejando a un lado las válvulas, no hace falta buscar más— y con los CHARYBDIS. Digo esto porque el
encaje con los CHARYBDIS no me pareció en un primer momento tan convincente. Sin embargo, la cosa cambia —y bastante— con la salida de 1V. Dios existe. Y es Mozart a través de los auriculares de ERZETICH. No quiero acostarme. Ya me he puesto las gafas de sol...
saludos cordiales