Para cualquiera que, como yo, tuviera 14 años en 1988, la música de George Michael forma parte de su adolescencia. Por dos razones: porque estaba en todas partes, y porque era muy buena.
El álbum "Faith" es una obra maestra del pop. De los temas 1 a 4, está a alturas Joshuatrianas, pelotazo tras pelotazo.
El groove de I Want Your Sex serÃa irresistible aunque la letra hablara de la evolución del gasto público en Argentina.
Y el CD original, no el remasterizado, es un monumento sonoro: su aplastante mezcla y rango dinámico muestran todo lo bien que puede (podÃa) sonar un CD. Si los CDs de ahora sonaran asà el vinilo no resurgirÃa, seguirÃa bien muerto (El soporte vinilo es inferior al soporte CD, y cuando los CD contenÃan programas no deflagrados por la compresión ascendente y descendente, nadie los echaba de menos. Ahora sÃ, porque el groove de un vinilo no admite los disparates de volumen intrÃnseco que admite el formato digital: se saldrÃa la aguja del surco
Volviendo al finado...tras Faith, con Listening Without Prejudice, empezó a alejarse del pop inmediato y fácil para las masas, y prefirió escribir discos menos directos, menos poperos y más moody pero que están muy bien (Older y Patience).
En el siglo XXI fue más noticia en la sección de sucesos que en la de música. Una pena, porque fue un músico excelente. SÃ, músico, he dicho. ( EscribÃa y producÃa sus discos, y tocaba muchos instrumentos, no tantos como Prince, pero muchos más que su producto pop de referencia que no sabe tocar ni la zambomba).
Descanse en Paz Jorge Miguel, como le llamaba yo en el verano de 1988 cuando su cassette de Faith sonaba en mi Walkman Sanyo, un chisme que sonando jodidamente mal me lo hizo pasar jodidamente bien, porque me permitÃa sonorizar mi vida estuviera donde estuviera.