Este sábado y este lunes tuve la oportunidad de escuchar los conciertos de Julian Lage, Bill Frisell y Enrico Rava (el de David Helbock decidà perdérmelo) en el Festival de Jazz de San Sebastián a 20º y 18º de temperatura respectivamente
disfrutando de este giro en la programación de Jazzaldia, que suele ser mucho más conservadora y convencional en sus propuestas jazzisticas. Lo primero fue el concierto de Julian Lage y me sorprendió. Es un guitarrista que, al contrario de de sus mentores como Bill Frisell, no me ha convencido casi nunca a excepción de su trÃo con Charles Lloyd y Zakir Hussain en Blue Note y algo de lo que ha sacado con John Zorn en Tzadik. Le veo un virtuoso al que le falta talento y que se esfuerza por mejorar aún más técnica sin preocuparse por lo principal que es la profundidad de los temas. En este concierto, segundo que veo suyo en menos de un año después de otro en Madrid el noviembre pasado, se le sintió primero extremadamente contento de compartir fecha con Bill Frisell (de hecho el bis de Lage fue un duo con Frisell que terminó con los dos levantando sus dos Fender Telecaster idénticas), con una formación mejor conjuntada con Jorge Roeder al bajo y Joey Baron a la baterÃa (en Madrid el bajo fue desastroso, en San Sebastián fue de lo mejor) y parece que comenzando a entender que el público piensa más en la música que en la técnica. Aunque lleva ya unos cuantos años en escena creo que aún se puede esperar que comience a sacar discos buenos, aunque las discográficas parecen empeñadas en publicar todo lo que sale de sus manos sea malo, muy malo o regular.
Bill Frisell vino con una formación nueva (Greg Tardy, clarinete y saxo tenor, Gerald Clayton, piano, y el baterÃa Johnathan Blake) de la que aún no hay publicado álbum. Se notó que todavÃa les cuesta dar con la clave del tipo de concierto que quieren hacer, pero hubo algunos momentos memorables. Estuvo mejor que en el Festival de Jazz de Piacenza, cerca de Bolonia, donde también le vi en abril de este año tocando junto a Thomas Morgan. De todas maneras Frisell me parece un músico inmerso en un cierto nivel de crisis, sacando demasiadas cosas, dando demasiados conciertos, sin que todo brille al nivel que podrÃa brillar. De lo que ha salido últimamente me gustó el "Gnosis: The Inner Light" con John Zorn, pero en los conciertos parece que se le atraviesan algunas ideas y empieza a repetir una vez tras otra una nota buscando sonoridades nuevas que el público no percibimos y él como guitarrista quizás sÃ. Como persona me parece que puede ser entrañable, pero no creo que sea un genio, como tampoco lo son Julian Lage o Pat Metheny, por poner un ejemplo. Creo que el meterse en tantos proyectos le está agotando creativamente y deberÃa seleccionar más lo que hace.
Por último Enrico Rava, de 83 años, que vino acompañado de cuatro jóvenes músicos italianos en la lÃnea de lo que ha ensayado en su última publicación en ECM "Edizione Speciale" (un disco de un sonido horrible, indigno de ECM, todo hay que decirlo). A Rava le vi poniendo mucho de su parte para que esos chicos aprendieran a hacer algo más que divertirse en el escenario y a ellos poniendo de su parte para seguir al maestro pero sin los recursos "de serie" para hacerlo. Lo mejor del concierto fue ver a Rava encantado con el compromiso del público que aguntamos ahà a pesar de que llovió mucho, y su despedida diciendo “Quiero volver, presto†que nos puso a unos cuantos una sonrisa cuando no sabÃamos si entender esta gira como una especie de (fallido) testamento musical.
En definitiva, aunque seguramente no han sido los dos mejores conciertos de su historia, me alegro que el Jazzaldia haga estas propuestas y espero que sigan por ese camino en vez de insisitir en meter con calzador cosas artificiales que se han inventado las instituciones como el "flamenco jazz" o llamar jazz a la música de artistas que no son sino pop melódico. Si es asà me gustarÃa ver más conciertos en San Sebastián otros años.
